En ocasiones se puede colar una oveja negra en el rebaño. Aunque la mayoría son buenos profesionales, no escoger un profesional adecuado experto en arrendamientos urbanos en Tenerife adecuado puede generarte muchos problemas. Según un estudio realizado recientemente, las reclamaciones por la gestión de las comunidades de vecinos ocupan el quinto puesto del total de este tipo de demandas, con alrededor del 8 %. Estos son algunos factores que te pueden llevar a desconfiar de un mal administrador.

Una sola cuenta bancaria. Aunque no es lo común, existen todavía profesionales que llevan toda la gestión económica de sus comunidades desde una misma cuenta. Este hecho provoca una desinformación constante entre los vecinos, ya que nunca pueden conocer el saldo real de su cuenta, y propicia errores al pagarse con el excedente de algunas los determinados gastos de otras. Este descontrol, a veces sin mala intención, puede llevar a conflictos incómodos e innecesarios. Y es que, en este caso, la Ley de Propiedad Horizontal es clara al exigir al administrador el libre acceso a la información que posee. Con un buen profesional que lleve arrendamientos urbanos en Tenerife, estos problemas no suceden.

Todo incluido. El segundo problema suele ser por diversificación. Existen administradores que, además de sus tareas propias, absorben la gestión de la limpieza, el mantenimiento o los distintos seguros de la finca. Aunque la práctica es perfectamente legal, hay determinados profesionales que aprovechan este proceso para cobrar sobrecostes por servicios innecesarios o no realizados. Es recomendable que, en caso de contratar estas opciones, se revise de manera periódica lo que estamos contratando.

Para evitar este tipo de abusos y situaciones desagradables, debes asegurarte de qué grupo de profesionales es el adecuado para tu vivienda o comunidad. Si te interesan valores como la seriedad, la profesionalidad y la honradez, contacta con Administraciones Juan Carlos Delgado. Nuestro gran recorrido en el sector nos avala. No lo dudes y...¡llámanos!