A la hora de alquilar un piso es importante que ambas partes se pongan de acuerdo si en la vivienda va a haber mascotas. Como expertos en arrendamientos urbanos en Tenerife te explicamos cómo evitar problemas.

Siempre se debe contar con el consentimiento del propietario

Ponerse de acuerdo en qué tipo de animales se permiten, o al menos no contar con una oposición directa del propietario es indispensable. La ley está de parte del arrendador, que puede, si lo desea, prohibir la entrada de animales en su propiedad. 

Aun estando de acuerdo, el inquilino no está libre de toda responsabilidad en cuando a los daños que su mascota pueda causar, pero tampoco está obligado a responder de los desperfectos que se ocasionen por una convivencia normal.

Un animal que destroza los muebles por no estar bien atendido será responsabilidad de su dueño, pero un suelo de mala calidad puede estropearse por un uso normal.

Es importante hacer constar el estado del inmueble antes de entrar a vivir y por escrito. Así tendremos a qué agarrarnos si el inquilino abandona la vivienda dejando elementos en mal estado o si, por el contrario, somos el arrendatario y el dueño de la vivienda nos reclama judicialmente la reparación de los desperfectos. 

La fianza suele generar conflictos, ya que algunos arrendadores exigen quedarse con una parte o la totalidad para cubrir los gastos de las reparaciones. Es necesario acreditar que los daños existen y no son por un uso anormal de la vivienda.

La dificultad de encontrar casa donde admitan mascotas lleva a muchas personas a ocultarlo cuando alquilan una vivienda, algo que como profesionales en arrendamientos urbanos en Tenerife desaconsejamos. 

Si quieres alquilar tu piso y necesitas resolver dudas acerca de temas como este o de otros muchos, y, para contar con servicios especializados en arrendamientos urbanos, cuenta con nosotros en Administraciones Juan Carlos Delgado.